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El nuevo troll vive en internet y se alimenta de la discordia que siembra entre los demás

Por Patricia Peyró

Con el desarrollo de internet nacen nuevas figuras, algunas de nombres tan “fantásticos” como los “trolls”, los malvados y enormes seres inventados por el escritor británico J.R.R. Tolkien que sembraban el terror entre las criaturas de su hábitat y tienen su origen en la mitología nórdica. Pero, ¿quién es el nuevo troll?

Los trolls del siglo XXI no viven en bosques ni cavernas, sino en internet, y se alimentan de generar discordia entre los usuarios.  Comparten con el original algunas características como la maldad, ya que se dedican a polemizar y a generar desavenencias y mal ambiente entre los distintos foros y comunidades virtuales.

CÓMO IDENTIFICAR UN TROLL DE INTERNET

La detección de trolls en internet no es complicada si se conocen su “modus operandi” y su tipo de manifestaciones:

-Se mueven en foros, chats y comunidades como Twitter y Facebook

-Generan provocación y ofensa hacia los individuos de esa comunidad

-Buscan una respuesta emocional con mensajes polémicos y no constructivos

¿QUÉ PERSIGUE UN TROLL?

“Con toda seguridad persigue llamar esa atención que no consigue en la vida real y por ello busca fuentes en las que encontrar notoriedad, sin importarle el modo de conseguirlo”, explica Belén Panadero, psicóloga de orientación dinámica. Detrás de este comportamiento también existe un deseo manifiesto de herir a los demás. “El troll encuentra su poder haciendo daño al otro, lo que le produce una sensación de placer que nos hace pensar en personalidades psicopáticas que se manifiestan, en este caso, en un entorno social” “La falta de empatía es una de las características de este tipo de personas”

Los trolls provocan la ira en foros y chats

Su motivación intrínseca es hacer enfadar a los demás para así sentirse fuertes.

Conviene prevenir a los adolescentes de los trolls

Los trolls no dejan de ser un tipo de acosadores sobre los que hay que prevenir a los adolescentes, especialmente vulnerables al asedio por no tener aún la madurez suficiente para confrontar la agresividad de los mensajes

COMPORTAMIENTO TÍPICO

Como buen sociópata, sus valores son distintos a los de los demás, y por esta misma razón en ellos no aplican los condicionamientos sociales que los demás tenemos, como el respeto y las normas de convivencia. Ellos, en cambio, son inmunes a los discursos morales o a cualquier argumento o crítica lógica con la que se pretenda rebatir sus acciones.

CÓMO COMBATIRLOS

Partiendo de la base de que los trolls se alimentan del enojo y de la ira o desconcierto que producen, sólo hay dos posibles vías para terminar con ellos: la primera pasa por ignorar sus comentarios, y la segunda es todavía mejor solución: bloquearlos.

Los trolls se alimentan del enfado de los demás

No alimentar al trol es una de las principales consignas para hacerlo desaparecer: es decir, no hay que hacerle caso ni darle «cuartelillo»

El anonimato facilita la aparición de trolls

El troll se refugia en el anonimato de su teclado, desde el que ataca sin pudor

 

 

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Por Patricia Peyró

Hace pocos días supimos que una escuela en Barcelona había sido condenada a pagar la cantidad de 50.770 euros por el acoso escolar padecido por un joven hace casi diez años. Cada cierto tiempo nos estremecemos escuchando o leyendo una nueva noticia acerca del suicidio de algún adolescente a causa del “bullying”, vocablo inglés con el que estamos muy familiarizados, y que sirve para designar el acoso entre iguales.

El acoso, ya sea en su versión “tú a tú”, o cuando se produce en el ámbito de internet y pasa a llamarse “ciberbullying” constituye una “realidad incómoda” para todos los implicados (colegios, padres de los acosadores, padres de los acosados…), y con frecuencia tiende a ocultarse o a minimizarse cuando se detecta. Sin embargo, cada vez se toma más en serio cuando el problema se “monetiza” y porque la ley ya se pone de parte del “acosado”, que ha dejado de ser un “llorón” para convertirse en víctima con derechos y con protección institucional.

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La magnitud del fenómeno es muy difícil de consensuar, puesto que precisa de estudios longitudinales y transversales de larga duración, y porque se aprecian diferencias en función de que se mida el haber sido “acosado” versus haber sido “acosador” en algún momento de la vida del encuestado. Es, no obstante, una materia de interés institucional en muchos países del mundo por su alta prevalencia, dadas las graves consecuencias que tienen para el menor, así como por la dificultad de su detección inicial y de su abordaje posterior.

Los casos extremos pueden llevar al suicidio

Uno de cada cinco niños sufre algún tipo de acoso a lo largo de su vida.

Justin W. Patchin, investigador y autor de Cyberbullying Prevention and Response, indica que la mayoría de los estudios estiman que entre el 6% y el 30% de los adolescentes han experimentado algún tipo de cyberbullying, siendo esos datos consistentes con sus investigaciones de los últimos diez años. Concluye que uno de cada cinco niños sufre o padece cyberbullying a lo largo de su vida. Una cifra que asusta si sabemos que, en casos extremos, puede conducir al suicidio.

 

 

Los padres y educadores tenemos que ser muy conscientes de las peligrosas consecuencias del ciberbullying

Cuando el acoso entre iguales trasciende el «tú a tú» y se produce en el ámbito de internet o de las redes sociales, entonces se trata de un hostigamiento con nombre propio: ciberbullying o ciberacoso.

Por Patricia Peyró

El acoso entre entre iguales, o entre pares, como se conoce en psicología a los individuos de la misma edad y condición, ha existido siempre.  Casi todos hemos sido en algún momento víctimas de nuestros compañeros por haber llevado gafas, tener unos kilos de más o vestir diferente. Quizá incluso hayamos sido «acosadores» nosotros mismos, tomándola con alguien durante un tiempo, o simplemente siendo los testigos permisivos que ríen la broma cruel de otro compañero.

La expresión «los niños son muy crueles» nos da alguna explicación al fenómenolos niños tienen una manifiesta falta de madurez les impide empatizar lo suficiente con los demás, y por ello suelen aprovechar los «defectos» de sus compañeros, sean reales o imaginarios, para ridiculizarlos y así convertirse en protagonistas, o sentirse mejor y más fuertes a los ojos de los demás.

El ciberbullying es un acoso entre iguales

Los padres y educadores tenemos que ser muy conscientes de las peligrosas consecuencias del ciberbullying

QUÉ NO ES EL CIBERBULLING:

No llamamos ciberbullying a otras formas de acoso entre dos personas no iguales: por ejemplo entre quien se hace pasar por un adolescente para engañar a un niño o un joven con malas intenciones.   En el ciberbullying, la víctima y el ciberacosador se conocen personalmente, por lo menos al inicio de la «campaña de acoso», puesto que en el desarrollo de esta modalidad, el «ciberacosador» puede terminar siendo varias personas.

CONSECUENCIAS DEVASTADORAS PARA EL MENOR

Las palabras que se dirigen con malas intenciones pueden hacer un enorme daño a los niños y adolescentes que todavía no tienen recursos para enfrentarlo por su falta de madurez, ni tampoco saben discriminar entre la gravedad de unas palabras que, inicialmente, pueden tratarse de una broma.

Por otro lado está el agravante de la difusión vírica:  Sólo hay que imaginar cómo esa broma cruel, ese montaje para ridiculizar, o esa fotografía sacada de contexto puede reproducirse sin límite y con una difusión inmediata entre un sinfín de receptores usuarios de whatsupp, chats, twitter, tuenti…

El ciberacoso puede hacer intolerable la vida del adolescente

Las palabras hacen daño: el ciberbullying mata y es un delito que también el que conociéndolo, lo oculta.

Muchos niños y jóvenes que ahora son adultos consiguieron sobrevivir del acoso tradicional, pero no lo hubieran hecho hoy en día con el alcance masivo que puede alcanzar gracias a las nuevas tecnologías y a internet. Recordemos los casos de adolescentes acosados en internet por sus propios compañeros, como la tristemente famosa Amanda Todd, empujados al suicido por ser incapaces de superarlo.

El ciberacosador puede ser cualquiera, hasta el alumno más ejemplar, pues se ampara en el anonimato

Los ciberacosadores no dan tregua ni siquiera en las vacaciones escolares, pues el niño de hoy está permanentemente conectado: por eso la prevención es tan importante.

LA PREVENCIÓN ES RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES Y EDUCADORES

El papel de los padres para prevenirlo es fundamental, ejerciendo una tutela responsable sobre cómo utilizan sus hijos las nuevas tecnologías. También es vital el papel de los docentes y educadores, pues es precisamente a partir del ámbito escolar donde se señalan las víctimas y se inician las campañas, debiendo el profesorado detectar la aparición de estas conductas e informar sobre las graves consecuencias de este acoso a los padres.

 

 

Las redes sociales entrañan algunas amenazas

A pesar de que cada vez existe una mayor concienciación de los peligros potenciales de internet, toda precaución ha de ser poca para alertar a los jóvenes de los posibles engaños a los que pueden verse sometidos si no se toman las debidas precauciones.

Por Patricia Peyró

Aunque Facebook puede ser una herramienta muy buena para mantenerse en contacto con amigos y familiares, algunos padres no se dan cuenta de que es también una fuente de información poco controlada que deja el niño sobre sí mismo en lo relativo a datos personales, actividad habitual e imágenes personales.  La falta de percepción del peligro potencial se agrava si los propios padres no usan Facebook.

AMENAZAS EN LOS PERFILES ABIERTOS:

-Una vez más tenemos presentes los asuntos inapropiados a los que podría acceder el niño si tiene entre sus contactos a adultos  que puedan exponer comentarios o fotos de contenido inadecuado para su edad: de carácter sexual, agresivo, racista…

-No olvidemos que el negocio de Facebook no está en los usuarios, sino en la publicidad de sus anunciantes.  Es por ello que Facebook hace constantes sugerencias del tipo «también te puede gustar», «dale a like si…»  Para esos ganchos el niño se verá desprovisto de criterio y madurez, pudiendo de nuevo acceder a temáticas inoportunas para su edad.

-Otro de los principales peligros es el propiamente social, en el sentido de que alguien podría intentar contactar con el menor con el fin de acceder a información personal o incluso hacerse pasar por quien no es con el objetivo de engañarlo de alguna manera.

-Facebook es muy amigo de hacer uso de la geolocalización del usuario, por lo que, con el simple gesto de subir una foto, el niño podría estar indicando dónde se encuentra en tiempo real, dando pistas a los posibles «depredadores»

 

¿Quién sabe lo que estarán mirando aquí?

Cuidado! Los niños pueden «aprovechar» para ver cosas que o deben en internet sin la supervisión adulta

PRECAUCIONES DE LOS PADRES:

-Los niños menores de 13 años no deberían tener ningún perfil en las redes sociales.

-El perfil social de los niños o adolescentes debe estar protegido en la configuración de privacidad; esto es, cerrado a extraños, de forma que sólo los amigos ya confirmados puedan acceder a la información que el menor.

-Han de existir unas normas consensuadas entre el adulto y el menor sobre el uso apropiado, y en niños y púberes los padres deben tener la contraseña en todos los casos.

-Los padres deben tener un acceso directo y habitual a la cuenta que maneja el niño para ejercer un control parental responsable.

Es bueno negociar y poner normas de uso de internet

A nadie nos gusta regañar a nuestros hijos, pero es responsabilidad de los padres el poner límites, también en el uso de internet

Facebook puede jugar una mala pasada a los menores de edad

Veamos en este vídeo cómo los adolescentes son especialmente susceptibles ya que, entre ellos mismos, pueden «obrar» tramas muy perjudiciales y peligrosas para la autoestima del menor. PINCHAR IMAGEN PARA VER VÍDEO.

(Fotos y vídeo fuente Internet: tecnologiayfamili,  respuestario, serdigital, pequejuegos)

 

Control parental niña ordenador GuiaInfantilcom

 

Por Patricia Peyró

Internet se ha convertido en una herramienta cotidiana y de uso habitual en adultos, jóvenes y niños.   Estos pequeños «ciudadanos digitales» necesitan la guía de un adulto para manejarse en  la era de las nuevas tecnologías,  dentro de una red repleta de recursos pero también de amenazas para el menor.

Una de las maravillas de internet es la disposición de información que proporciona: un acceso global, rápido y referenciado por «tags» de cualquier temática. Además de los contenidos propiamente dichos,  aporta todos los recursos que facilitan una comunicación fluida, resultando un instrumento muy útil para la socialización.

 

Control parental niño aislado

Son varios, los focos de atención que deben mostrar los padres en su labor de control parental,  y todo ello con objetivo básico de PREVENCIÓN y de LIMITACIÓN del uso, siempre de acuerdo a la edad de cada niño, y dentro de la actitud habitual de poner límites como parte de su educación.

-Además de que puede producirles un aislamiento social, es esencial limitar el tiempo de acceso a internet, especialmente si no sabemos lo que está haciendo nuestro hijo:  ¿y si tenemos un joven «hacker» en casa sin siquiera saberlo?

-Los niños más felices son aquellos que no se sienten muy diferentes a los demás, por lo que prohibirles el uso de internet o de las redes sociales en las que se encuentran todos sus amigos, lejos de ser una buena idea, puede suponer un elemento más de fricción en la difícil relación que se entabla con los adolescentes a la hora de ponerles límites.

-La visualización de imágenes inapropiadas, como puedan ser de carácter pornográfico, puede suponer un shock importante para el niño y afectar a su desarrollo emocional y autoconcepto.  Aunque no «sepan» qué es, los niños son capaces de «sentir» cuándo algo es raro o está alejado de la normalidad.

Ojo con sus amistades en Facebook y Twitter

Siempre es mejor el control que la prohibición.

Enséñales a navegar desde pequeños

Es responsabilidad de los padres enseñarles a navegar por internet con seguridad. Además es una actividad educativa que resulta divertida y agradable para los más pequeños

 

En suma:  el uso de internet por parte de niños y adolescentes debe controlarse por sus padres o educadores a través de una vigilancia o supervisión constante.  Sólo así se conseguirá e limitar los contenidos evitando así textos o imágenes inapropiadas, conductas delictivas en la red y problemas de aislamiento o adaptación social.