“Ella se acuerda de todo” es un relato de ficción sobre acoso escolar que aborda el tema de la memoria que todos tenemos de ciertos episodios traumáticos de nuestra infancia, como puedan ser los de bullying y dominación
Por Angie B. , para Sociograma.net, de BuddyTool

 

—Qué ingenuo es pensar que las personas no nos acordamos de los puntos negros de nuestra infancia con el paso del tiempo.  ¡Nos acordamos de todo, que no es lo mismo!  Y si no, fíjense en lo que les ha sucedido a esta pareja de amigas de Madrid, cuando se reencuentran muchos años después—anuncia la presentadora antes de dar paso a las imágenes del siguiente reportaje matinal.

(VOZ EN OFF):  Ella era la guapa del colegio, nos cuenta Susana.  Los niños de hoy dirían que era muy popular, pero en aquel entonces esas nomenclaturas no se estilaban.

—Antes supongo que, simplemente, éramos los más conocidos, o los “famosos” del colegio—aclara Susana—. Por ser los más guapos o con más estilo.  Aunque yo diría que ser popular en la adolescencia es una cuestión de personalidad , más que de otra cosa.

(VOZ EN OFF):  Y de eso ella entendía un rato.  Susana llegó a ser modelo hace más de treinta años.   Con sólo doce años comenzó a hacer anuncios de publicidad, y su presencia en los catálogos de algunos grandes almacenes y firmas de moda no pasaba desapercibida en el colegio, donde pronto se convirtió en una pequeña celebridad.  Aunque esa fama no siempre es gratis, nos explica hoy Susana, ya convertida en una mujer hecha y derecha.

—La fama se te puede subir a la cabeza—explica—.  Yo estaba endiosada.  Tenía una especie de reinado dentro del colegio.

(VOZ EN OFFF):  Un reinado que duró varios años, según recuerda.  Concretamente, hasta que se marchó a estudiar a Inglaterra, recién cumplidos los 17 años.  Susana reconoce que era fácil “dejarse querer”, ya que las otras niñas de su clase estaban siempre detrás de ella y pendientes de lo que hacía y pensaba.

—Me copiaban en todo:  en la ropa, en las opiniones, en los chicos que me gustaban…  Y siempre estaban tratando de complacerme, haciendo lo que yo quería en todo momento.  Me adoraban como si fuera una deidad, y supongo que yo me aprovechaba.

VOZ EN OFF:  Otras niñas, por el contrario, la temían.

—¿Por qué, Susana?  ¿Por qué te tenían miedo algunas niñas de tu clase?  ¿Cómo las hacías sentir para venir aquí ahora a la tele, tanto tiempo después, a pedir perdón?—pregunta la periodista del reportaje, acercándola el micrófono para poder hablar.

—Supongo que mal, que las hacía sentir mal.  Y siempre me he arrepentido mucho como adulta. Yo era muy mala niña, y ahora lo sé.  Era un bicho.  Me lo tenía muy creído; dominaba a las demás, a mis propias amigas, y provocaba que nos metiéramos con otras niñas.  Yo definía la línea social a seguir, quiénes eran los pringados, los guays o los paletos del colegio.

—¿Tienes algún nombre en mente, Susana?  ¿Alguna amiga especial a la que quisieras decir algo?—añade la reportera.

—Además de varias personas a las que pediría perdón por haberlas atormentado psicológicamente, a Marta, que era mi mejor amiga, pero la tenía tiranizada.

—¿En qué sentido dominabas a Marta, según recuerdas ahora, Susana?

—La usaba de corre-ve-y-dile, de recadera…  De esclava, casi—puntualiza—.  La acomplejaba, la mandaba callar, la decía cómo tenía que vestirse, la hacía humillar a otras niñas…  ¡Uf!  Prefiero ni acordarme —exclama ahora, avergonzada.

VOZ EN OFF:  Casi tres décadas después, Susana necesita redimirse y pedir perdón.  Pero, ¿cómo se sienten aquellos a los que ella sometía con su fuerte personalidad?  Los expertos dan nombre a esa dominación y la consideran una forma de acoso escolar o bullying:  un tipo de hostigamiento que se produce entre niños de aproximadamente la misma edad y que afecta a uno de cada cinco niños en edad escolar.

MANUEL ANTONIO GÓMEZ, PSICÓLOGO SANITARIO:  El bullying acompaña a la persona el resto de su vida.  Aunque muchos niños llegan a superarlo, por supuesto, crea una herida que queda ahí y que en algunos casos nunca llega a cicatrizar del todo.  Y no:  definitivamente, el que ha padecido un bullying sostenido en el tiempo no olvidará jamás a sus agresores.  Aunque sí es posible que los perdone o que opte por un pseudo-olvido voluntario, adoptando una especie de amnesia selectiva.

 

 

—¿Qué nos dirías si te decimos que tenemos aquí a Marta hoy, en plató, y que tiene algo que decirte? — pregunta ahora la presentadora a Susana, ya devolviendo la conexión en directo al programa.

—Pues que espero que me perdone o que no se acuerde de mis maldades—responde ella, sentada en una de las varias sillas alineadas junto con el resto de invitados.

—¿Será verdad eso de que la memoria es selectiva? ¿Tendemos a olvidar lo que nos conviene?  ¿O hay cosas, como la dominación, que no se olvidan?—cuestiona la periodista a los televidentes en un primer plano a cámara—.   Mejor demos paso a Marta, que tiene unas palabras para Susana.

—Me acuerdo de todo, Susana.  De todo—responde, tras respetar los aplausos ante su aparición, y sentándose junto a su antigua compañera de colegio—. Cuando te marchaste hice otras amigas, incluso algunas a las que insultábamos juntas.  Y es verdad:  eras mala, muy mala.  Pero yo ya te he perdonado, igual que me perdonaron ellas a mí.

 

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