Son cuatro los pilares del ciberacoso que nos acercan a su comprensión y análisis

Conociendo el problema del ciberacoso

El “ciberbullying” ha dejado de ser un asunto nuevo y se considera una forma de manifestación del acoso escolar que se produce mediante internet y sus canales de comunicación digital. Así y todo, el ciberacoso tiene algunas peculiaridades que lo distinguen del acoso escolar presencial.  ¿Conoces los pilares del ciberacoso?

Conocer los pilares del ciberacoso nos sirve para identificarlo primero y después intervenir

Para hablar de ciberacoso se han de dar los siguientes factores:

Intencionalidad por parte del agresor o agresora. No se trata de un descuido o acto fortuito.

Repetición en el tiempo. En el caso del ciberacoso un solo mensaje o imagen difundida a través de redes sociales puede tener un efecto multiplicador que convierte una única intervención en una agresión repetida en el tiempo.

Desequilibrio de poder. En el caso del ciberbullying esta desigualdad suele ser psicológica, social, o basada en una mayor competencia digital, que provoca que la víctima no pueda defenderse fácilmente por sí misma.

Daño y victimización: la víctima sufre un deterioro de su autoestima y dignidad personal, dañando su estatus social, provocándole victimización psicológica, estrés emocional y rechazo social.

El ciberbullying suele realizarse tras una primera fase previa de acoso escolar cara a cara.   Asegúrate de que en tu colegio tengan algún protocolo o prueba como BuddyTool, el test sociométrico online, para poder identificar el bullying y los niños en riesgo de padecerlo.

La responsabilidad del control parental

El ciberacoso se manifiesta fundamentalmente en las redes sociales, siendo Instagram la que sale peor parada a la hora de evaluar las ciberagresiones.  Por su parte, WhatsApp también se utiliza mucho como forma de propagar información en forma de burlas, rumores, o con imágenes comprometidas, cuando se intenta viralizar algún contenido o idea.  Es por ello que los padres deben comprometerse en este sentido, vigilando lo que sus hijos hacen en las redes sociales.

Los menores de edad deben comenzar a usar las redes sociales y los chats como el WhatsApp en función de la edad permitida, no antes.  De este modo se evitarán los peligros y amenazas potenciales, entre los que se encuentra el ciberacoso

Las consecuencias más graves del ciberacoso

El acoso prolongado a la víctima tendrá consecuencias negativas a corto, medio y largo plazo.  Además, podría terminar en tragedia, como sucede en los casos de suicidio.

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