Los niños deben desconectar de la tecnología de vez en cuando y las vacaciones son la mejor oportunidad para conseguirlo

Patricia Peyró @kontrolparental

El verano constituye el mejor momento para romper con nuestras rutinas. Es bien conocido el efecto terapéutico que ofrece este descanso respecto al trabajo y las obligaciones tanto en los adultos como en los niños.  En el caso de los pequeños de la casa, las vacaciones les proporcionan la oportunidad de jugar al aire libre y de participar en muchos juegos y actividades sociales facilitados tanto por los campamentos de verano como por el reencuentro con primos, amigos y otros familiares. A la hora de programar este cambio de hábitos, los padres hemos de considerar que también los niños deben desconectar de la tecnología por cuestión de salud y para prevenir que el temido ciberacoso tenga lugar en vacaciones. LINK

No desconectar bien en verano provoca irritabilidad, falta de sueño, aumento de peso, o depresión

El verano trae consigo un paréntesis que, bien aprovechado, tiene importantes beneficios para nuestra salud física y mental. Pero, ¿es posible desconectar del todo?  Según un estudio realizado por Adecco, hasta un 35% de los adultos no consigue despejar su mente durante las vacaciones estivales,  teniendo esto una repercusión directa en la aparición del estrés.   En el caso de los niños será igualmente importante que rompan con sus rutinas académicas y aprovechen para disminuir la frecuencia en el uso de dispositivos y de acceso a internet.

Los expertos recomiendan al menos 15 días de “desconexión” total, tiempo en que los niños deberían hacer actividades que mantengan su mente activa y concentrada en elementos totalmente ajenos a la rutina escolar

 

El abuso de dispositivos y la hiperconectividad a la que, con frecuencia, los niños se someten a lo largo de los interminables días de invierno, les puede pasar factura y producirles problemas que afecten tanto a su salud física como psicológica:

-En el plano físico, la exposición a los dispositivos produce insomnio infantil.  La falta de sueño, por su parte, inhibe el crecimiento y está relacionado con el aumento de peso y posterior obesidad.

-A nivel estadístico, se ha comprobado una correlación positiva entre el mayor uso de las redes sociales  y el mayor riesgo de padecer ciberbullying por parte de compañeros del colegio.  Por esta razón es conveniente darles el móvil cuando más tarde, mejor.

El mayor uso de Social Media favorece la aparición del ciberbullying, siendo Instagram la red social más problemática

La tecnología, el principal enemigo del descanso vacacional

Uno de los principales factores que favorece nuestra continua conectividad es el tecnológico. Querer estar constantemente informados y en contacto con las personas para “no perdernos nada”, incrementa la dependencia al uso de los dispositivos móviles, impidiendo despejar la mente de la rutina. En el caso de los niños, el fenómeno de “estar siempre conectados” prácticamente equivale a “no estar solos”, puesto que les genera un falso sentimiento de pertenencia a su grupo social.

Los niños deben desconectar de la tecnología en su descanso estival para así también cortar un tiempo con todo lo que sucede en el colegio a nivel social (foto GTRES)

 

Esta falacia de confundir la presencia física con la virtual incrementa el riesgo de padecer hostigamiento digital a través del ciberbullying. Además, impide la necesaria desconexión y favorece el estrés.  Así lo asegura el psicólogo y miembro de Top Doctors Héctor Galván Flores.Encadenar largos periodos de rutina sin descanso, puede provocar que elevemos nuestros niveles de ansiedad y estrés”.  Y adiós a disfrutar de las vacaciones.  Esta necesidad compulsiva de meter dispositivos tecnológicos en la maleta, a los adultos “puede generarnos la presión de tener que estar alerta y obligarnos a responder a cualquier mensaje o llamada, en cualquier horario y en cualquier lugar, cuando realmente no es necesario”, aclara Galván Flores. A los niños, en cambio, les puede llegar a producir una obsesión que les lleve a estar continuamente actualizando su estado en alguna red social y comprobando si tiene mensajes que pudieran resultar ofensivos.

 

En niños y adolescentes la frontera entre la presencia virtual y la real no quedan bien delimitadas por eso debemos favorecer el que realicen interacciones sociales reales.

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¡Funciona! Educar con sentido común también en las nuevas tecnologías

¡Funciona! Educar con sentido común también en las nuevas tecnologías

 

Patricia Peyró @kontrolparental

Por más que nos pese, y por mucho que se hallen argumentos en contra de las nuevas tecnologías en relación al abuso de estas,   no podemos desentendernos de ellas, ni mucho menos aislar a nuestros hijos del mundo en el que viven. En vez de prohibir, es mejor guiar, enseñar y acompañar en el camino de las nuevas tecnologías. Para ejercer ese control, nada como aplicar el sentido común que ya han aplicado todos los padres de generaciones anteriores.

Es difícil ponerse en situación, pero debemos recordar que la generación Z es la compuesta por los “ciudadanos digitales”, que se llaman así precisamente porque no conocen una vida sin internet. Su experiencia con en el mundo pasa por un entorno digital en el que el “texting” sustituye al teléfono, y en el que las “redes sociales” reemplazan a los amigos reales (si es que todavía existen esta modalidad de relaciones).

Siempre es mejor acompañar y enseñar que prohibir.  Y si se ponen límites habrá que explicar por qué.

Siempre es mejor acompañar y enseñar que prohibir. Y si se ponen límites habrá que explicar por qué.

Tan sencillo como poner límites

Para conseguir aprovechar lo mejor de las nuevas tecnologías y prevenir lo pernicioso de éstas es tan sencillo como poner límites al uso. Pero antes hay que saber lo que se hace: ¿Qué restricciones hacer y por qué? Para conseguirlo los padres pueden plantearse estas cuatro preguntas, y a partir de ahí, negociar unas condiciones de utilización sensatas:

1 Lugar

Igual que uno desayuna en la cocina y se ducha en el cuarto de baño, es bueno establecer los lugares dentro de la casa en los que permitimos el uso de dispositivos. Por ejemplo, “¿en la mesa cenando se permite el uso del ipad?”, “¿pueden jugar a videojuegos en la cama?” Un buen consejo es hacer una lista de zonas prohibidas, pero también otra de zonas permitidas, para que no lo perciban todo como prohibición.

2 Momento

¿Es oportuno chatear mientras se hacen deberes? ¿O mientras se está en misa? Al igual que hay lugares, hay momentos vinculados a ciertas actividades en las que conviene dejar claro que no se pueden usar los dispositivos. Acotar los tiempos es importante y si se les da una explicación lógica, los niños serán los primeros en entender que lo que decimos es razonable.

Aprovecha para pasar algún tiempo con ellos enseñándoles e inculcándoles hábitos positivos en TIC

Aprovecha para pasar algún tiempo con ellos enseñándoles e inculcándoles hábitos positivos en TIC

3 Motivo

¿Por qué razón usan el móvil? ¿Y el ordenador? Cada dispositivo tiene un propósito en concreto que debe conocer el niño para poder hacer de él un uso seguro. Si se le deja simplemente para “enredar” con él cogerá el hábito de tenerlo siempre entre las manos sin siquiera un propósito en concreto: el primer paso para la nomofobia.

4 Tiempo

Antes se decía que “comer y rascarse, todo es empezar” y bien podría añadírsele el anexo de tocar el móvil o meterse en internet: al final siempre se nos acabará ocurriendo algo que hacer. En este sentido, los padres debemos limitar el uso en el sentido de preguntarnos “cuánto tiempo” pasan enganchados a los dispositivos. Ya al margen de lo que estén haciendo (que controlamos en el “motivo”), simplemente no conviene que pasen más de una hora al día.

¿Quieres darte a conocer?  Si tienes una App o sitio web relacionada con el control parental, con las TIC y la educación vía internet, smartphones y tablets, contacta con nosotros aquí.

 

Hasta el 40% de los menores de dos años tiene acceso a las nuevas tecnologías

Hasta el 40% de los menores de dos años tiene acceso a las nuevas tecnologías

Patricia Peyró @kontrolparental

Mucho se habla de lo pernicioso de las nuevas tecnologías para los más pequeños y de cómo internet puede resultar una amenaza  para su salud y progreso intelectual y físico. Sin embargo, existen argumentos que apoyan el uso de dispositivos como herramientas positivas para el desarrollo.

La comunidad científica y los expertos en psicología evolutiva jamás llegarán a un acuerdo, puesto que hay argumentos para ambos bandos, también para el que sostiene que un uso responsable y supervisado puede resultar no solo beneficioso , sino necesario para el desarrollo del niño, puesto que le formará en competencias necesarias en la vida actual, en la que las TIC son instrumentos de uso cotidiano tanto para lo personal como para lo profesional.

El agobio que muestran algunos padres está injustificado, según algunos expertos, quienes argumentan que Jugar con los dispositivos no tiene que ser, necesariamente, menos educativo que llevar a cabo otras actividades clásicamente vinculadas al aprendizaje, como pueda ser la lectura.   “El juego y la creación con estas tecnologías son claves para el desarrollo del niño” , explica Mariona Grané, experta en nuevas tecnologías e infancia en la Universidad Autónoma de Barcelona. En su libro “Web 2.0: Nuevas formas de aprender y participar”, la investigadora aporta claves culturales y educativas para aceptar las tendencias tecnológicas y comprender las repercusiones sociales de este cambio. Aconseja a los padres, no obstante, no caer en la pasividad, sino aportar a sus hijos herramientas para crear sus historias, jugar, e incluso para crear sus propios videojuegos.

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Según el Hospital Sant Joan de Déu, no es malo que los niños usen la tecnología de los dispositivos, aunque insiste en que exista un control parental y que no se usen sólo como instrumento para mantenerlos distraídos y sin molestar.

Supervisión para el buen uso de las TIC

¿Cómo convertir las nuevas tecnologías en aliadas de los padres a la hora de educar, y no en enemigas? Los expertos aconsejan, en todos los casos, una supervisión razonable que contemple dos cosas: el estado de ánimo del pequeño, y el tiempo de empleo de los dispositivos.

-Vigilar cambios de humor o de conducta en el niño nos alertará de estados depresivos, que se pueden ver empeorados por el abuso de internet y de los medios digitales.

A pesar de las limitaciones temporales que aconsejan los expertos, hay una tendencia a abusar del tiempo recomendado, que llega incluso a triplicarse en algunos niños.

A pesar de las limitaciones temporales que aconsejan los expertos, hay una tendencia a abusar del tiempo recomendado, que llega incluso a triplicarse en algunos niños.

-Los niños más pequeños (entre tres y cinco años) no deberían pasar más de una hora al día, mientras que a partir de los seis y hasta los 18 idealmente no deberían emplear los dispositivos más de dos horas diarias, según la Academia Americana de Pediatría.

-Los dispositivos habrán de estar configurados con filtros de control parental para evitar la descarga infantil de juegos, Apps o el contenido o visionado de contenidos para mayores de edad.

Los contratos parentales ayudarán al control del buen uso de las nuevas tecnologías en el hogar

Los contratos parentales ayudarán al control del buen uso de las nuevas tecnologías en el hogar

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Los niños son los grandes afectados por el phubbing de sus padres hacia ellos

Patricia Peyró @kontrolparental

En el año 2007 y con el nacimiento de los móviles de última generación nada haría suponer que éstos se convertirían, con el paso de los años, en una herramienta de doble filo que nos acercaría y alejaría por igual de nuestros contactos sociales e incluso de nuestros seres más queridos. Sin embargo, el móvil se ha convertido no sólo en el medio, sino también en el fin de la comunicación.  Tal es lo que se  ha dado en llamar Phubbing.

La dictadura del smartphone está afectando a los modelos sociales y, en general, va en detrimento de unas relaciones interpersonales reales que se sustituyen, cada vez más, por unas relaciones virtuales en las que el móvil y los dispositivos constituyen el medio de comunicación, pero también el fin de ésta, y de una forma literal.

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Los adolescentes prefieren enviarse mensajes de texto antes que llamarse

Tanto es así que ya existe un nuevo término empleado para definir esos retratos urbanos a los que ya estamos acostumbrados, en los que una pareja o grupo de personas se encuentra reunido entorno a alguna actividad, pero en realidad lo están dentro de lo que podría denominarse una “soledad compartida” en la que existe una suma de individuos que conforman un grupo, pero en realidad sus componentes cada uno está a lo suyo mirando a su móvil o dispositivo. Para definir esta nueva realidad cotidiana ha nacido el término “phubbing”, proveniente del inglés y de la conjunción de dos palabras “phone” (teléfono) y de “snubbing” (menospreciar).

Menospreciamos el valor de la presencia del otro

Efectivamente, se trata de un menosprecio al otro en el sentido estricto de la palabra: no le prestamos atención y únicamente estamos pendientes del dispositivo.   Entonces, ¿para qué necesitamos la compañía? ¿Vamos camino del fin de las relaciones humanas directas y reales? Cuando chateamos por el móvil lo hacemos con amigos o conocidos porque tenemos un montón de cosas de las que hablar y estamos deseando vernos o ansiosos por contarnos todo.   Sin embargo, a la hora de la verdad, y cuando nos vemos, volvemos al dispositivo en busca de nuevas fuentes sociales virtuales con las que nutrirnos de datos o interactuar mientras estamos con esos amigos con los que hemos quedado.

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El adolescente está enganchado fundamentalmente a las redes sociales y a las aplicaciones de mensajería instantánea como el WhatsApp o Snapchat

Los adolescentes son las grandes víctimas de las consecuencias del phubbing o del aislamiento social que lleva consigo el abuso del móvil para relacionarse. Así lo indican las cifras aportadas por los creadores de FaceUp , la App creada para eliminar la Nomofobia o adicción al móvil : Se calcula que hasta el 71% de los usuarios de Smartphone de entre 18 y 45 años padece dependencia del móvil, elevándose este porcentaje hasta el 85% en caso de adolescentes.

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La paradoja del Smartphone: si bien permiten una “conexión” con gente con la que de otro modo no trataríamos, también nos aleja de los demás

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Los adolescentes tienden a abusar del móvil y hay que ponerles límites de uso

Los adolescentes tienden a abusar del móvil y hay que ponerles límites de uso

Patricia Peyró @kontrolparental

La entrada de los teléfonos inteligentes en las casas exige que en los hogares se implanten una serie de normas de uso que permitan la sana convivencia entre los miembros de la familia y sus dispositivos.  ¿En qué familia no hay algún miembro enganchado que no hace ni caso a nadie, y que está todo el día encima del móvil?

Los smartphones y demás juguetes tecnológicos aportan  novedades cada vez más atractivas y consumen un tiempo precioso que se le resta a otras actividades o personas.  En poner límites está la diferencia entre ser usuarios que se benefician de las prestaciones de las nuevas tecnologías o ser víctimas de los avances tecnológicos al caer en la trampa del uso abusivo, que en niños se traduce en un detrimento de las relaciones sociales reales e incluso del propio rendimiento académico.

Los padres han de generar un clima de confianza con sus hijos para no generar en ellos mecanismos de huida y evitación del diálogo familiar y sano.  Saber más sobre la comunicación con el adolescente. https://www.control-parental.es/comunicacion-con-el-adolescente/

Los padres han de generar un clima de confianza con sus hijos para no generar en ellos mecanismos de huida y evitación del diálogo familiar y sano.  Saber más sobre la comunicación con el adolescente. https://www.control-parental.es/comunicacion-con-el-adolescente/

Riesgos del móvil para niños

-Falta de interés en lo que ocurre dentro de su propio entorno familiar y social, generándose una mala comunicación entre padres e hijos, con el consiguiente malestar para todos.

-Descuido en las obligaciones y rutinas:  el niño tiende a distraerse y a dejar de lado sus deberes y las tareas domésticas que le encomiendan en casa, como ordenar su habitación o cualquier otra actividad.

-Falta de descanso:  la obsesión por estar enchufado al dispositivo hará que nuestro hijo esté nervioso y obsesionado con volver a conectarse en todo momento, afectando incluso al sueño.

-Peligro potencial asociado al uso de internet, como pueda ser el acceso a contenidos para adultos o la propia sobreexposición a través de imágenes inadecuadas.

En algunas situaciones familiares hay que ser estrictos y restringir el uso, como puede ser en la mesa, buen momento para estar en familia charlando.

En algunas situaciones familiares hay que ser estrictos y restringir el uso, como puede ser en la mesa, buen momento para estar en familia charlando.

Trucos para hablar con tus hijos

-Practica con el ejemplo y trata de no estar pendiente del móvil en los momentos en que estés con tus pequeños.

-Hay que pensar siempre en términos de negociación, sabiendo que habrá que ceder por las dos partes.

-Evita entablar una conversación de interés constructivo cuando él (o tú) estéis enfadados.

-Procura evitar los castigos como la prohibición, y si lo haces, que sea siempre explicado, asegurando que el menor hace las atribuciones causales que se espera conseguir con el castigo.

-En vez de castigar, premia las conductas positivas.

-No pretendas que tus hijos dejen de hacer algo a cambio de nada:  busca alternativas, a ser posible incompatibles con el uso del móvil.

Guíalos con tu ayuda sin asfixiarlos o generarás el efecto contrario al que buscas

Guíalos con tu ayuda sin asfixiarlos o generarás el efecto contrario al que buscas

Casi todos los niños tienen un smartphone con el que acceden a internet

Los móviles forman parte del entorno cotidiano infantil, pero hay que estar pendiente del uso que hacen de él los niños y adolescentes

El uso extendido de los móviles es tema de preocupación internacional y está generando investigaciones científicas con las que determinar los posibles riesgos que entrañan estos dispositivos para la población infantil.

Uno de los últimos estudios, realizado por EU Kids Online y recogido en el informe Online desde los móviles, ha tenido como sujetos a 25.000 menores de edad y analizado la potencial peligrosidad del uso de smartphones en niños de entre 9 y 16 años.

El programa, que tiene carácter internacional y se ha realizado en colaboración con Net Children Go Mobile, tiene su propia división de investigación en España a través de la Universidad del País Vasco. La directora del proyecto, Maialen Garmendia, explica cómo “los menores usuarios de estos dispositivos móviles hacen un mayor uso de internet e incurren en un mayor número de actividades, exponiéndose, por tanto, a más riesgos”

La gran mayoría de menores entre 9 y 16 años cuenta con su propio Smartphone

La gran mayoría de menores entre 9 y 16 años cuenta con su propio Smartphone

Conclusiones del estudio:

-Cada vez más niños acceden a internet a través de los smartphone y no del PC: en Europa, el 28% de los menores de entre 9 y 12 años accede mediante su dispositivo móvil

-Los modelos de Smartphone más nuevos entrañan más riesgos que los móviles más antiguos, ya que incluyen características como la geolocalización, que permiten la ubicación física del menor.

-Anteriormente la tecnología era un privilegio de las clases más pudientes, pero entre el año 2010 y el 2013 se reduce la brecha tecnológica entre los menores con algo nivel adquisitivo y los de poco nivel adquisitivo.

-El mayor acceso y disponibilidad de uso de internet a través del móvil aumenta también la exposición al riesgo, ya que incluye aplicaciones que permiten la conexión del niño con desconocidos.

Necesaria la implicación parental

La profesora Garmendia advierte de la necesidad de los padres de implicarse en na vigilancia activa del uso que hacen sus hijos de sus teléfonos inteligentes. Apunta cómo esa supervisión es especialmente necesaria en los más pequeños, ya que, “aunque se expongan menos que los más mayores al utilizar menos aplicaciones, también son más sensibles y vulnerables al daño potencial que puedan recibir”

Asimismo, desde esta investigación, se invita a las empresas tecnológicas y a los diseñadores de software a abordar el desarrollo del control parental creando herramientas sencillas para los padres, de forma que puedan ayudar a sus hijos, garantizando su seguridad.

Online on the Mobile pone de relieve cómo ha cambiado el empleo de los smartphones por menores desde el año 2010, encontrándose una evolución impresionante en la que España presenta una realidad paralela al contexto europeo.

Online on the Mobile pone de relieve cómo ha cambiado el empleo de los smartphones por menores desde el año 2010, encontrándose una evolución impresionante en la que España presenta una realidad paralela al contexto europeo.

Consultar el informe completo aquí.