Lejos de mejorar, asistimos a una semana negra de noticias sobre acoso escolar

Patricia Peyró @kontrolparental

Apenas arrancado el año ya lo hemos estrenado de forma dramática con varias noticias sobre acoso escolar y violencia a través del bullying o del abuso sexual entre menores, entre los que se acusan también cotas muy altas de violencia de género.  En el reporte de sucesos de esta semana, sin ir más lejos, tenemos dos nuevos episodios en diferentes puntos de España:  un caso de suicidio y un caso de acoso con ciberbullying y abuso sexual.  En este último caso sobre los resultados de una condena.

Uno de los riesgos del bullying y del ciberbullying es que pueden terminar en suicidio juvenil como sucediera en el famoso caso de Amanda Todd.

Intento de suicidio en Marbella

En estos días hemos conocido el caso de un intento de suicidio juvenil en Marbella.  La protagonista ha sido una niña de 13 años quien, afortunadamente, ha conseguido salvarse de milagro tras una ingesta masiva de medicamentos, al ser descubierta a tiempo por su madre.

Una vez abierta la investigación, la niña ha confesado ser víctima de acoso escolar por parte de cuatro compañeros de clase.  En el Instituto Sierra Blanca al que acudía afirman no haber sido conocedores de este hecho, y han abierto las fórmulas reglamentarias que se establecen para estos casos.  Desde este centro, por otra parte, aseguran practicar un protocolo de detección del acoso escolar y gestión de las emociones en el que intervienen tanto alumnos como profesores, que en este caso sin duda no funcionó.

Las víctimas quieren ocultarlo y tardan, como mínimo, un año en hablar, si es que llegan a hacerlo.  Por eso es importante detectarlo a través de algún procedimiento o test homologado para el acoso escolar.  Un ejemplo es BuddyTool, un test sociométrico en forma de juego online.

La evolución del caso de esta niña es un caso bastante prototípico en el sentido de producirse un acoso escolar sostenido en el tiempo, pero que la víctima mantiene oculto a sus padres.  Así mismo ha sucedido en este instituto de Marbella, en el que esta niña pasaba por ser una niña conflictiva y había sido expulsada varias veces.  Lo que nadie podía imaginar, ni mucho menos sus padres, era que las expulsiones estaban derivadas de un acoso violento, psicológico, físico y sexual, por parte de varios compañeros, también menores de edad y sólo con 13 años.

Los jóvenes que practican el acoso escolar y el ciberacoso a menudo hacen uso de la mensajería instantánea del WhatsApp para difundir imágenes ofensivas, humillantes o vejatorias y aumentar el alcance del bullying.

Sentencia sobre un caso de acoso escolar en Valladolid

El segundo suceso de la semana tiene lugar en Valladolid, en el Instituto Ribera de Castilla, donde han sido condenados seis niños por un delito de acoso y ciberacoso a un compañero de clase.  El caso tuvo lugar hace casi un año y cuando los agresores tenían 17 años, pero la condena ya se establece para mayores de edad.  Las agresiones incluían palizas y grabaciones de los hechos, compartiéndose posteriormente los vídeos a través de WhatsApp.

Las noticias sobre acoso escolar que condenan a los culpables deberían resultar ejemplarizantes y prevenir tanto a niños como a padres de la gravedad de incurrir en el el acoso escolar, considerado delito y prohibido por la Ley del Menor.

El director de este instituto de secundaria afirma que los hechos ya se tuvieron en cuenta en su momento, hace un año, teniendo como consecuencia la expulsión de estos alumnos durante varias semanas.  Además de esto, ahora la justicia les ha condenado a pagar 6000 euros en concepto de indemnización por daños morales a la víctima.

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