¿Cómo gestionar el pasar tanto tiempo metidos en casa por causa del coronavirus?

La crisis del coronavirus hará que pasemos mucho tiempo confinados en el hogar.  Los padres estaremos teletrabajando, en la mayoría de los casos.  ¿Pero qué pasa con los niños?  Afortunadamente, muchos colegios han puesto en marcha plataformas digitales con las que los niños pueden trabajar desde casa.  Así y todo, van a ser “días y días” todos metidos en casa, con momentos de crisis y aburrimiento.  Toma nota de algunos consejos para minimizar los daños colaterales del coronavirus.

En estos días debemos aprender a gestionar el confinamiento en casa todos juntos para que nuestro hogar no parezca una cárcel

Muchos niños pueden continuar con el programa lectivo a través del contacto con el colegio

El aburrimiento:  el primer enemigo

Deberemos tener en cuenta algunas cosas para que el coronavirus no tenga otros perjuicios además de los que ya conocemos sobre la salud.  Uno de ellos será el aburrimiento, producto de no salir de casa. Los niños tenderán a paliar el hastío a través de sus dispositivos.

Basta que “nos prohíban” salir para que lo deseemos más que nunca.  Por eso hay que tener previstas actividades distractoras alternativas a los móviles y dispositivos

 

Esto significa que, además de las horas que pasen siguiendo el programa online del colegio, pasarán otras muchas horas expuestos a las pantallas.  Con los problemas que ello conlleva y ahora recordamos.

Las principales amenazas de internet

-Contenidos:  La facilidad para acceder a contenido puede ser tan útil como potencialmente peligroso, ya que la probabilidad de que el niño acceda a contenido inadecuado es muy alta y aumenta a medida que el menor controla su manejo.  Ejemplos de contenido inapropiado son la pornografía, la xenofobia, el racismo y un largo etcétera de temáticas vinculadas a las conductas violentas.

-Tiempo que los pequeños pasan en internet: Estar enganchado a edades tempranas supone restar tiempo de juego y de interacción real con los demás, lo cual es limitará el desarrollo de su personalidad, que puede volverse retraída o inapropiada, al no desarrollarse de forma natural las habilidades sociales con las que tiene que competir en la vida real.

-Con quién tratan y se relacionan en internet: la socialización virtual en los jóvenes es, hoy en día, casi tan importante como las relaciones reales.   El peligro, en este sentido, puede venir por  la intrusión de un adulto con malas intenciones en un proceso conocido como grooming.

Cuanto más tiempo pasan los niños con su móvil e interactuando en redes sociales o chats, más posibilidades hay de que participen en algún tipo de ciberacoso.

 

Ciberacoso Cuando son los pares (niños de similar edad) los que albergan malas intenciones y las expresan en internet hablaremos del ciberacoso.  Son dinámicas de bullying y hostigamiento que se forman entre los propios jóvenes y que normalmente se tienen que detectar a través de test de acoso escolar específicos.   Entre ellas, a menudo se encuentra la difusión de imágenes inapropiadas y sin autorización. Todo con el objetivo de humillar públicamente a otro niño delante de un número ilimitado de personas.

Recordemos que en el ciberbullying, al igual que en el acoso escolar convencional, existen víctimas y verdugos, además de testigos.  Por eso, simplemente por estar ahí, nuestro hijo ya podría ser uno de los actores del ciberacoso.
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