Una cuestión común en todos los padres se plantea a la hora de aconsejar si el niño debe o no debe defenderse frente al acoso escolar

Cuando lo padecen, los niños tardan en hablar sobre el bullying, si es que llegan mentarlo alguna vez.  Uno de los dilemas más frecuentemente planteados por los padres es saber si el niño debe o no debe defenderse frente al acoso escolar.  Y en, general, frente a episodios de abuso físico por parte de otro niño, ya sean esporádicos o continuados.  ¿Qué debemos aconsejar a nuestro hijo?

¿El niño debe o no debe defenderse frente al acoso escolar y los abusos de otros compañeros?

Tranquilidad, ante todo

Tengamos en cuenta que el acoso escolar es algo que les avergüenza y que no quieren denunciar por no ser tachados de chivatos, además de por no preocupar en casa.  Cuando los niños se deciden a contarlo, es porque están realmente angustiados, pero en ese momento los padres muchas veces no saben cómo actuar.

Si nuestro hijo está siendo acosado debemos transmitirle apoyo sin juzgar, aportándole seguridad

 ¿Es conveniente contraatacar ante el abuso?

Las situaciones de hostigamiento pueden ser muy diferentes, y abarcar desde el abuso físico de los golpes hasta la burla o el insulto, pasando por la total omisión de atención social a la víctima.  Por esta misma razón es casi imposible dar una “receta” única sobre si el niño debe o no debe defenderse frente al acoso escolar. No obstante podemos valorar algunas verdades sobre el acoso, aplicables a las distintas opciones.

Es interesante hablar con nuestro hijo sobre las distintas opciones de respuesta y reacción frente al abuso de otro niño

¿Qué sucede si el niño contraataca y pega de vuelta?

Es verdad que quizá consiga hacerse respetar físicamente, si logra infundir temor en el otro.  Aunque devolviendo el golpe encontrará una satisfacción inmediata, esta será efímera y no resolverá el problema.  Muy al contrario, es posible que lo alimente y que el niño bully tome represalias con posterioridad.  Además, podrá meterse en líos con su profesor, si no tiene la paciencia o voluntad de entender lo que ha sucedido.

En general, pegar cuando les pegan está contraindicado

Otra de las razones por las que no pegar es por no “alimentar” el ego o el poder del niño que comete el abuso.  En el momento en el que este perciba la debilidad, y que su ataque está teniendo el éxito que esperaba, tenderá a repetirlo porque se sentirá empoderado.

Alternativas al contraataque

Es importante explicar al niño que debe intentar gestionar la situación, en primer lugar, y si le es posible, ignorando al niño abusón.  Sería el consejo popular de “no hay mejor desprecio que no hacer aprecio”. Esto funciona fundamentalmente ante el bullying verbal.

Ante el acoso físico, el tratar de evitar los golpes y el daño, pero sin pegar de vuelta, podría ser la opción más conveniente.  Esto se conseguirá más fácilmente si el niño se siente seguro, a lo cual podría ayudar alguna técnica como el yudo, el aikido o cualquier arte marcial.

El acoso escolar puede ser físico o verbal, por eso es importante su detección a través de algún test de evaluación del bullying, como el sociograma online BuddyTool

Ambos casos requerirán de la denuncia al tutor o persona responsable de la clase, quien presumiblemente deberá tomar el control de la situación para poner fin a los episodios de acoso escolar.

¿Te ha gustado este artículo?  Si es así, por favor, ayúdanos a compartir.