Si tu hijo es el acosador tendrás que intervenir inmediatamente

Cuando se aborda el tema del acoso escolar generalmente se hace desde el punto de vista de la víctima y su sufrimiento.  Es normal, porque el hacerlo así ayuda a empatizar con la gravedad del asunto.  Pero no debemos olvidar que, para encontrar soluciones, deberemos observar a todas las partes.  También la parte que le toca al niño bully o abusón que comete el acoso.  Y si vamos un paso más allá, podría suceder que este niño fuera nuestro hijo.  ¿Qué hacer entonces?

Los niños bullys provocan el conflicto en su entorno porque no cuentan con herramientas para enfrentarse a los problemas. La agresividad es su fórmula de actuación más habitual.

Así es el niño que comete acoso escolar

El niño que acosa presenta problemas de conducta que deben ser corregidos cuanto antes.  Seguramente tenga alguna motivación para hacerlo, o

fruto de querer llamar la atención al obtener notoriedad. Si tu hijo es el acosador es posible que no lo sepas más que cuando te llamen del colegio para contártelo.  Y en ese momento no deberás dudar del testimonio de los educadores o tutores, sino activar la observación detallada en casa.  Esta pasará por el diálogo constructivo con el niño, para que vea que nuestra intención es ayudarlo a cambiar.

Si queremos que el niño nos escuche, cuando nos enteremos de que nuestro hijo está acosando a otro niño no deberemos actuar con violencia, ni con castigo físico.  Sí con contundencia y con diálogo.

 

¿Cómo reprender a tu hijo si se ha convertido en un acosador?

Superada la “presunción de inocencia”, y cuando ya se tengan evidencias, si tu hijo es el acosador tendrás que regañarlo.  Pero no de cualquier manera.  No deberás perder los nervios, por más que sea tu impulso natural y haya motivos de peso para estar furioso con él.

Reconócete a ti mismo.  Si eres el tipo de persona tendente a enfadarte fácilmente, tendrás que controlarlo.  Esto implicará planificar de antemano el momento de diálogo, sin estar nervioso.

Así podrás regañarlo de forma controlada y sin dejarte llevar por un mal pronto:

-Nunca inicies una conversación con tu hijo estando furioso.

-Tómate tiempo para calmarte.  Como se suele decir, “cuenta hasta diez”. Quizá respirando hondo varias veces.

-Sal a dar una vuelta o a hacer deporte para calmarte y reflexionar. Se trata de dejar un poco de tiempo entre el suceso y tu reacción.

-Piensa antes de hablar.  ¿Qué vas a decir y cómo lo vas a decir?

-Cuando le des charlas constructivas puedes usar el humor, pero evita el sacasmo.

-Una vez se repare la situación y se pida perdón con propósito de enmienda, es importante seguir adelante sin rencores hacia el niño.

 

Los niños son como esponjas e imitan la reacción de sus padres cuando se ponen nerviosos o enfadan.  Por eso hay que procurar no mostrar un modelo parental agresivo

 

Si te reportan del colegio del colegio que tu hijo está acosando, sería un error negarlo o entrar en conflicto con ellos. Cada vez más a menudo cuentan con algún sociométrico o  test de acoso escolar y piensa que no ganan nada con llamar y preocupar a los padres si no es por una razón de verdadero peso.

 

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