Un estudio transversal analiza 7 países para comparar el ciberbullying en Europa

Patricia Peyró @kontrolparental

Este verano la publicación científica BMC Public Health compartía los resultados de una investigación sobre cibervictimización realizada con adolescentes de entre 14 y 17 años en diferentes países europeos.  Aunque España ha quedado bien parada dentro de la comparativa, queda mucho trabajo por hacer y la investigación sobre el ciberbullying es creciente.

Internet:  un espacio virtual, pero real a nivel de emoción

El uso creciente de Internet y la aparición de los nuevos espacios virtuales creados por las redes sociales han traído consigo un nuevo ambiente socioemocional para las personas.  Si bien todos somos vulnerables a lo que en ellos suceda, los adolescentes serán los más vulnerables por estar en pleno desarrollo emocional y carecer de madurez para confrontar ciertos problemas que con frecuencia aparecen en los entornos digitales.  Nos referimos al ciberbullying o al ciberacoso, una forma de ataque que tiene lugar en este ámbito en paralelo o al margen de un posible bullying físico y real en el entorno académico y escolar.

El objetivo de este estudio transversal fue explorar la cibervictimización a través de siete países europeos, en relación con las variables sociodemográficas y psicosociales junto con el uso de Internet.

España: la tasa más baja

Siete han sido los países participantes en el estudio comparativo sobre el ciberbullying en Europa:   Alemania, Grecia, Islandia, Holanda, Polonia, Rumania y España. Para llevar a cabo la investigación con adolescentes, se hizo uso de cuestionarios anónimos con datos sociodemográficos, características de uso de Internet, logros escolares, control parental, así como una prueba de Adicción a Internet y la Escala Achenbach para evaluar problemas emocionales y conductuales.

En este estudio para analizar el ciberbullying en Europa, en el caso de España se vio mayor tasa de victimización en las niñas que en los niños, aunque, como en otras investigaciones sobre el ciberacoso, se sostiene que el género y la edad tienen en realidad bajo poder predictivo

Los investigadores encontraron que una proporción relativamente alta de niños en edad escolar en Rumania (37.3%), Grecia (26.8%), Alemania (24.3%) y Polonia (21.5%) han sido intimidados on-line, mientras que una menor proporción experimentan acoso cibernético en los Países Bajos (15.5 %), Islandia (13,5%) y España (13,3%). En resumen:  los resultados mostraron la tasa más alta de victimización cibernética en Rumanía y la más baja en España, siendo el tiempo dedicado a las redes sociales uno de los factores más influyentes para que se sucedan episodios de ciberbullying e intimidación on-line.  Aunque, según determinan los autores del estudio, de la Universidad Kapodistrian de Atenas, no es el único.

Instagram es la red social de los selfies

Tener un perfil social y usarlo más de dos horas diarias son factores de riesgo

Si bien la pertenencia a redes sociales y el pasar más de dos horas diarias incrementa el riesgo de sufrir algún tipo de ciberacoso en forma de amenazas, exclusión social o difusión de rumores e información sensible sobre alguien, el grado de cultura digital también afecta, según palabras de la docente Artemis Tsitsika, una de las autoras del estudio, “en Grecia y Rumanía un mayor ciberacoso puede deberse a una falta de alfabetización digital”.

Los rasgos socioemocionales y conductuales de las víctimas también están relacionados con el ciberacoso.

Como consecuencia de padecer ciberacoso, los niños reportan una sintomatología psicopatológica similar, al margen de su nacionalidad:  problemas emocionales, sensación de soledad y depresión, o falta de autoestima.  A nivel social, las víctimas  con frecuencia presentan ansiedad social, problemas de conducta y consumo de drogas ilegales. A raíz de los resultados arrojados, los autores recomiendan unas medidas preventivas que enfaticen en integrar la educación en TIC en los contextos educativos.

Puedes leer los resultados del estudio completo aquí.  

¿Te ha gustado este artículo?  Si es así, por favor, ayúdanos a compartir.