A través de los selfies, solos y con amigos, los niños buscan la aprobación de los demás y marcan sus referentes socialesSi hay algo que les encanta a los adolescentes es hacerse selfies, y luego postearlos en redes sociales como Instagram o Tik Tok.  Aunque el abuso de los autorretratos digitales pueden desvelar inseguridades, en el caso de los niños y adolescentes, también sirven al propósito de la búsqueda de identidad.  Los selfies les sirven para hacer una exhibición de sí mismos.  En principio no deberían preocuparnos, salvo que sea un hábito compulsivo o sean fotos de riesgo, como las de contenido sexual o haciendo algo que pueda ser foco de burla.

 

Existe una relación entre hacerse selfies y los trastornos psicológicos de falta de autoestima, exceso de narcisismo o problemas de distorsión de la autoimagen.  

¿Por qué nos sacamos fotos?

El deseo del hombre de autorretratarse no es nuevo.  De hecho, la historia del arte está plagada de buenos ejemplos: Frida Kalho, Vincent Van Gogh…  Son muchos los artistas que han plasmado su propia imagen para la posteridad.  Pero, en la era digital, ¿qué queremos transmitir con el selfie?

Perfil psicológico del adicto al selfie 

En la actualidad cada vez despierta más interés el fenómeno de los selfies en la medida en que se empieza a relacionar con problemas psicológicos, fundamentalmente relacionados con la  autoestima.

El Dr. y psiquiatra Luthe Copenhagen reporta en TheNewsleak.com  cómo dos de cada tres de sus pacientes con alteración de la auto-imagen (sintomatología propia de la  anorexia nerviosa y de otros trastornos de la alimentación) presentan, además, la conducta compulsiva de colgar selfies en redes sociales.   “Será necesaria una terapia cognitivo conductual para que el paciente reconozca sus síntomas y aprenda a moderarlos”, explica éste.

Aunque es difícil generalizar,  la adicción al móvil y a las redes sociales puede vincularse a personas que necesiten de forma especial encontrar la aprobación social, el reconocimiento y la popularidad.

La dependencia o adicción al móvil encaja muy bien con el perfil de personalidad que tiende a colgar y compartir sus propias fotografías en internet. Algo muy propio de los Millenians, pero también de los niños de la Generación Z, que no saben medir las consecuencias del contenido que comparten en redes.

El excesivo compartir de intimidades y selfies puede denotar una falta de habilidades sociales en el medio social del niño

 

Los niños retraídos socialmente, tímidos o con riesgo de exclusión social pueden identificarse a través de un sociograma o test sociométrico como BuddyTool

 

Una forma de paliar la falta de habilidades sociales

Las características propias de las habilidades sociales  son independientes en la vida real y la virtual.  Así, el niño tímido se puede “soltar” en el medio de las redes sociales y en su vida cotidiana pasar totalmente inadvertido.  Por otro lado, hay mucha falsedad y sólo se expresa una parte de la realidad, que además puede estar manipulada.  O sea que pueden darse casos de “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”

(Foto Billie Eilish)

Las celebrities tienen gran responsabilidad en la propagación de este fenómeno entre sus miles de followers  adolescentes, que tenderán a imitarlos.

La influencia de las celebridades

Los famosos utilizan el móvil como escaparate de su propia marca reflejando en todo momento sólo lo que quieren mostrar, casi siempre felicidad y glamour, para así mostrarse atractivos a los demás y fomentar su popularidad. Es una pose que forma parte de su trabajo, pero que está dejando poso entre los más jóvenes.

Los selfies compartidos en el sexting y sacados fuera de ese ámbito acrecientan la vulnerabilidad de la víctima de ciberbullying, al verse descubierto un momento íntimo en un contexto público.

 

Peligros de los selfies

Los adolescentes son los principales usuarios de los selfies.  Pero esta moda, aunque divertida y narcisista, no está libre de peligros para los jóvenes carentes de madurez:

-Ser objeto de burlas por los amigos o compañeros propiciando el ciberbullying

-Propagación de la foto con efecto viral

-Si la foto es de carácter sexual, o usada en episodios de Sexting, podría compartirse, nuevamente con el riesgo de ciberacoso.

-Fomentar la obsesión sobre la apariencia física, la autoobservación  y la tendencia a tener una  imagen distorsionada de uno mismo.

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