La página web paisdelosjuegos se ha visto obligada a retirar uno de los juegos ofrecidos a sus usuarios, consistente en “atacar al profesor”.

Patricia Peyró @kontrolparental

La frase “las cosas ya no son como antes” suena a tópico, pero no puede ser más apropiada para definir la actualidad de algunos profesores, cuya situación ha cambiado dramáticamente a lo largo de las tres últimas generaciones: mientras que en nuestros abuelos el maestro era una figura despótica a la que había que obedecer sin cuestionar sus métodos o doctrinas, y en nosotros fue una figura accesible a la que se podía recurrir, profesores de los niños de hoy son constantemente cuestionados, no sólo por sus alumnos, sino también por sus padres.

El videojuego recién retirado presentaba hasta 10 maneras de atacar, herir y humillar al maestro, definidas por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSFI) como formas “de acabar con la vida de un docente de manera violenta”. Este sindicato ha sido la voz de la indignación de todo el colectivo docente, exigiendo la retirada inmediata de este juego de ordenador, que atenta contra la ética y fomenta la violencia escolar en un gremio que se encuentra ya de por sí expuesto a situaciones de riesgo que cada vez entrañan mayor peligrosidad.

 

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El acoso entre menores, conocido como bullying es una preocupante realidad social que sucede en los colegios y en los entornos educativos. Sin embargo, también es objetiva la existencia del acoso que sufren, paralelamente, algunos profesores por parte de sus propios alumnos.

Lo sucedido con este videojuego reactiva el debate entorno a la violencia escolar y a la necesidad de legislar una protección real al docente

Lo sucedido con este videojuego reactiva el debate entorno a la violencia escolar y a la necesidad de legislar una protección real al docente

 

Esta tendencia a analizar la metodología docente va más allá de la inquietud intelectual acerca de si los niños avanzan o no en su aprendizaje o si son felices como individuos, acercándose a una intolerancia sistemática y traducida en ocasiones en episodios que rallan la violencia contra el maestro que suspende a un niño o le reprende en clase.

La web se ha disculpado públicamente y personalmente contactando con el sindicato de docentes ANPE, aludiendo que el videojuego había escapado de sus filtros y que la autoría era de un desarrollador independiente. Sin embargo, el daño ya está hecho y cada vez con más urgencia se ve la necesidad de una Ley de Prevención de la Violencia Escolar que contemple, además de la prevención y del tratamiento, unas sanciones legitimadas que protejan al profesor de sus agresores.

El videojuego representaba una clase y los alumnos eran los jugadores, quienes obtendrían puntos en la medida en que golpearan, mutilaran, e incluso asesinaran al profesor empleando diferentes objetos del aula. Los psicólogos tachan el videojuego de inapropiado en la medida en que incita a la violencia y a la falta de respeto a una figura que debe considerarse de autoridad. Además, por supuesto, de hacer apología de un supuesto enfrentamiento entre la figura del profesor y la del alumno, algo que dista mucho de la realidad.