Todos usamos el WhatsApp para comunicarnos

En la era digital ha cambiado la forma de relacionarse, cobrando especial magnitud los mensajes cortos a la hora de comunicarse.

Patricia Peyró @kontrolparental

Las relaciones ya no son lo que eran. No es ningún secreto que hemos cambiado la forma de comunicarnos y de relacionarnos desde que los móviles entraron en nuestras vidas.  Primero fueron los sms, o sistema de mensajería corta («short messsage system») y ahora son los WhatsApp, que suponen la microesencia del mensaje, al ser gratuítos y poderse enviar de forma ilimitada.  Lo importante es aceptar que hemos cambiado las antiguas llamadas telefónicas, las cartas, e incluso el quedar por el envío de mensajes o por el microchat.

El «texting», o uso abusivo de la mensajería instantánea, generalmente a través de los smartphones, ha hecho especial mella en los adolescentes, dada su rapidez, discreción y gratuidad del uso.  Los colegios prohiben su uso en las aulas precisamente para evitar que los jóvenes se pasen el tiempo intercambiando mensajes e imágenes en lugar de atender en clase, así como para evitar el intercambio de información en exámenes.

Aunque a priori no tendría por qué haber nada de malo en el uso de la mensajería instantánea, siempre que no sea compulsivo, lo cierto es que puede suponer una fuente más de acoso entre los adolescentes, cuando éstos mantienen relaciones «tormentosas» o poco sanas, en las que el maltrato psicológico, generalmente de chico a chica, tienen lugar.

Algunos mensajes por WhattsUp tienen un carácter hiriente

Al margen de su brevedad, los mensajes cortos tienen la capacidad de afectar por igual que un mensaje dicho a la cara. O incluso más, puesto que el lenguaje escrito, a pesar de los emoticonos, prescinde de la información del lenguaje no verbal y de todos sus matices, que en la comunicación cara a cara cobran mayor importancia que el mensaje expresado verbalmente.

Debemos detectar el maltrato por Texting

También en la adolescencia, los maltratadores se ceban con sus víctimas haciendo uso de un texting agresivo y controlador, generando confusión en una adolescente que verá cada día mermar su autoestima y terminará padeciendo depresión.

¿CÓMO IDENTIFICAR MENSAJES DE TIPO MALTRATADOR?

-En ocasiones contienen insultos o amenazas. «Esos pantalones te hacen gorda»

-Están destinados a que el destinatario se sienta vigilado, no querido: «Ví que estabas conectada a las 23:00h, ¿con quién hablabas?»

-Incluyen preguntas de control:  «¿Qué te has puesto? »  «¿Con quién estás?»

-A menudo tienen carácter de reproche o son intransigentes:  «No contestas a mis mensajes, ¿qué haces?»

-Recurrirán a la amenaza para amedrentar a la víctima: «Te vas a enterar como te vea con ése», «De mí tú no te ríes»

-Son mensajes con picos anímicos, y muchas veces el maltratador pide perdón a la víctima pero se justifica:  «Perdona, es que te quiero demasiado»

CONSECUENCIAS DEL MALTRATO

-Producen sentimientos de sometimiento, humillación, dominio y miedo.

-Hay una dependencia emocional entre la víctima y el agresor, que se retroalimentan dentro de una relación destructiva en la que el agresor basa su autoestima en la dominación.

-Genera daño psicológico en la víctima, que cada día va dudando más de sus capacidades y acaba autoculpándose por padecer el maltrato.

El maltrato termina en depresión y baja autoestima

La adolescente sometida dudará de sí misma y terminará sintiéndose merecedora del maltrato

Las niñas adolescentes son muy vulnerables al maltrato por parte de sus parejas. Los padres debemos estar pendientes de su estado de ánimo cuando observemos altibajos emocionales, y sospechar si no puede tratarse del chico con el que sale, también teniendo en cuenta que ella siempre le intentará proteger.