Patricia Peyró @kontrolparental

El día 25 de noviembre se celebra del Día Internacional de la Violencia de Género, algo que todavía está muy presente entre los jóvenes, a pesar de lo que podamos pensar.  Así lo explican desde ANAR, la asociación sin ánimo de lucro volcada en ayudar a niños y adolescentes en riesgo.  Desde esta asociación reciben cientos de llamadas diarias, muchas en relación precisamente con la violencia de género.

La violencia de género es un fenómeno que observamos con enorme preocupación desde el Teléfono ANAR, ya que cada año experimentan un aumento el número de consultas realizadas por esta temática. Desde este servicio, escuchamos la voz de las adolescentes que sufren las consecuencias de esta violencia, y que normalmente nos llaman para consultarnos por un tema sentimental, es decir no son conscientes del problema. Es el psicólogo que orienta la llamada el que le ayuda a tomar conciencia de su situación».

«Los adolescentes no están identificando las situaciones de violencia psicológica y es que la violencia de género entre adolescentes está plagado de actitudes de desigualdad: privación de libertad, del tiempo, control de la ropa, de las amistades…», explica Diana Díaz, Directora del Teléfono ANAR.

Los adolescentes habitualmente reproducen modelos de relación observados en casa

Los niños hacen lo que ven 

Las actitudes misóginas y machistas no surgen por casualidad, sino a base de observación. Observación no sólo en casa, sino en modelos sociales representados en los distintos ámbitos a los que accede el adolescente:  películas, series, internet, influenzers…  Como consecuencia absorven, como modelos de conducta, ejemplos basados en el dominio del hombre y la sumisión de la mujer dentro de la pareja.

Las TIC son, por otro lado, un nuevo cauce en el que aplicar toda esa violencia aprendida a través de la observación de modelos sociales.  Como consecuencia se producirán a menudo situaciones de ciberacoso entre los adolescentes. «Las adolescentes víctimas contemplan cómo,  a través de los medios telemáticos, el agresor va a tratando de controlar y limitar sus relaciones sociales, como forma de aislamiento, además de convertirse en un espacio donde se amplían las amenazas, e insultos. Cuando ellas deciden poner fin a la relación de pareja, el agresor tratará de acercarse de nuevo a ella a través de las nuevas tecnologías», advierten desde esta asociación. Es por ello que los padres debemos estar especialmente atentos a la relación de la niña con su móvil, y observar si se produce algún cambio:  ¿Ce muestra angustiada tras ver el móvil? , ¿lo vigila constantemente?

El texting constituye una forma habitual de ciberacoso entre adolescentes.

 

Abuso sexual en la adolescencia

Uno de los tipos de abuso más habituales en las relaciones descompensadas por violencia machista es el sexual.  Este puede llevar a exigencias sexuales, castigos físicos o incluso violaciones producidas entre menores de edad.  Además, cuando la pareja corta, podrían darse casos de venganza difundiendo imágenes en internet, en lo que se conoce como pornovenganza. Esta suele estar agravada en los casos de sexting.

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El sexting puede facilitar futuros episodios de pornovenganza entre adolescentes.

 

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