El uso de datos de los menores en Instagram no tiene la suficiente seguridad ni transparencia

Instagram casi nunca deja de ser noticia.   Si hace apenas unas semanas estrenaba a bombo y platillo Reels, una de las utilidades más esperadas y competencia directa de Tik Tok, en estos días vuelve a estar en boca de todos.  Y es que la red social se encuentra actualmente bajo una inspección por la que se investiga el uso de datos de los menores en Instagram.

Los problemas crecen en Instagram en la medida en que tanto padres como autoridades son cada vez más conscientes de la vulnerabilidad de los niños en internet por la información que comparten.

 

La Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), como autoridad independiente responsable de la investiga ahora el manejo de datos de niños en Instagram al tener indicios de violación de los derechos de privacidad y mal uso de información sensible.

 

Dos líneas de investigación para la protección de los más jóvenes

Según recoge Europa Press, a través de su web especializada en nuevas tecnologías PortalTic, son dos las líneas de investigación tomadas por la comisión irlandesa.  Todo a partir de la denuncia llevada a cabo por el analista de datos americano David Stier, tras estudiar cerca de doscientas mil cuentas de Instagram:

-Por un lado, se observará si la configuración de la cuenta es segura en su diseño.

-Por otro, se fijará en la configuración de las cuentas comerciales, que pueden compartir públicamente información sensible, como los datos de contacto.

Uno de los problemas observados es la facilidad para cambiar una cuenta personal a una cuenta comercial.  Con este gesto, realizado también a menudo por menores de edad, se permite consultar datos como las estadísticas y la popularidad de las publicaciones.  Además, quedan al descubierto algunos datos personales, así como la información de contacto.

 

Una de las nuevas preocupaciones de los padres es respecto a Reels de Instagram, ¿es peligroso para los niños?  

 

El peligro de las cuentas abiertas: grooming y ciberacoso

Una vez el niño ha creado una cuenta abierta al público, o la ha hecho comercial, cualquier persona podrá contactar con él.  O lo que es lo mismo:  podrá recibir mensajes de cualquier naturaleza y por parte tanto de conocidos como de desconocidos. Recordemos que la permitida de uso de Instagram es a partir de 13 años, cuando aún son menores de edad, aunque es habitual que niños más pequeños se abran una cuenta falseando la fecha de nacimiento.

Parece que todo queda en casa (de Mark Zuckerberg), e Instagram es la red social con más índice de ciberbullying, junto con Facebook.

 

Los perfiles abiertos y que permiten el contacto directo facilitan la exposición del menor a los conocidos como “predadores” adultos o groomers.  Estos buscan el contacto con niños a base de engaños, habitualmente con fines abusivos o sexuales.  Esta práctica se conoce como grooming y constituye uno de los mayores riesgos de internet.

 

Para encontrar las aclaraciones que necesitan respecto a seguridad y control parental, los padres y tutores pueden consultar la Guía Oficial de Instagram

 

 

Otro de los problemas es el incremento en el riesgo de acoso, un comportamiento más habitual de lo que podamos creer.  Sin embargo,  el ciberbullying, al igual que el bullying cara a cara, se considera un delito y puede ser penado.  Incluso los profesores podrían ser imputados legalmente en casos de acoso escolar. Por ello es importante que los colegios implementen protocolos de control más allá de la observación directa.  Esta resulta insuficiente y poco fiable, por lo que debe completarse con el empleo de tests de acoso escolar homologados.

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