Borrar las cuentas abiertas en el pasado puede convertirse en una auténtica odisea

Borrar las cuentas abiertas en el pasado puede convertirse en una auténtica odisea

Patricia Peyró @kontrolparental

El dicho de «cualquier tiempo pasado fue mejor» no tiene por qué aplicarse necesariamente a internet, donde nuestras huellas se van sumando día tras día, sin que se borren las anteriores.  El borrado que realizamos regularmente no termina con ese rastro digital que vamos dejando en cada una de las acciones virtuales que realizamos, y que cada día son más a la medida en que todo se digitaliza, empezando por las relaciones sociales, y terminando por las transacciones comerciales.

En nuestra vida digital son muchas las cuentas que vamos abriendo.  Cuántos registros habremos podido hacer en nuestra vida es casi imposible de averiguar.  Entre estos encontramos un montón de redes sociales, servicios o plataformas web que, durante una etapa nos fueron de utilidad, pero que luego dejamos de utilizar.  Si bien casi todas las cuentas que abrimos ofrecen la posibilidad de darse de baja, no siempre resulta tan fácil hacerlo.

Una de las molestias de nuestro pasado digital ya superado está en las notificaciones que continuamos recibiendo, y que constituyen un auténtico spam.

Una de las molestias de nuestro pasado digital ya superado está en las notificaciones que continuamos recibiendo, y que constituyen un auténtico spam.

¿Por qué darse de baja en cuentas que no usamos?

Una de las razones, que constituye, en sí misma, suficiente para plantearse hacer una «limpia» de nuestro pasado digital, pasa por la «privacidad»:  se trata de preservar la protección de datos personales, que van quedando almacenados con la información de registro

Otra motivación para hacerlo es terminar con la incertidumbre de saber si, cuando desactivamos la cuenta, quedan nuestros datos en algún sitio guardados.  Efectivamente hemos de permanecer ojo avizor, ya que no es lo mismo «desactivar» que «eliminar» o «cancelar» una cuenta:  mientras que con la «cancelación» se procede al borrado del registro, y suelen conseguirse a partir de una guía de pasos estructurados, en el caso de la «desactivación» de la cuenta, nuestros datos continúan en las bases de datos de los servidores, permitiendo incluso una reactivación posterior.

Las cookies van guardando la información y el histórico de los movimientos que realizamos en un sitio web.

Las cookies van guardando la información y el histórico de los movimientos que realizamos en un sitio web.

«Account Killer» para borrar cuentas y perfiles públicos

A grandes problemas, grandes soluciones parece ser la política de Account Killer, sitio web donde parecen ofrecer, por fin, fórmulas definitivas para proceder a la eliminación definitiva de ese pasado digital que permanece escondido en la red.  En Account Killer dan las instrucciones precisas para librarse definitivamente de las cuentas más habituales, como Sky, Facebook, Windows Live, Hotmail, Twitter, Facebook, y hasta el propio Google.

Para hacerlo cuentan con un directorio con todas estas cuentas, que van clasificando en función de la dificultad que supone el eliminar los registros en ellas realizados.   Lo hacen por colores para que resulte intuitivo para el usuario:  la lista blanca se refiere a un borrado fácil, la gris a un borrado de dificultad intermedia, y la negra habla de grandes complicaciones.

Conocida la dificultad, pinchamos la opción «Borrar» y vamos siguiendo las instrucciones que nos indiquen, que serán particularmente complejas para el caso de las webs de dificultad «negra».

 ¿Quieres probar y borrar ese pasado que no ves, pero que sientes?  Pincha aquí

¿Quieres probar y borrar ese pasado que no ves, pero que sientes?  Pincha aquí